QUÉ HACER PARA ENFRIAR EL VINO RÁPIDAMENTE

Partiendo de la base de que según el tipo de vino (blanco, tinto o rosado), requerirá una temperatura más o menos fría para consumirlo, siempre se debe conservar sobre unos 15º, lejos de los cambios de temperatura y luz. Un vino por debajo de los 4º acentuará su acidez y bloqueará sus aromas, y por encima de 20º, se endulzará demasiado dejando notar sus alcoholes. Dicho esto, vamos con algunas técnicas para conseguirlo.

TÉCNICAS PREFERIDAS POR LOS EXPERTOS

Si disponemos de un margen de tiempo medianamente holgado podemos aplicar la regla 20/20, muy empleada en hostelería, que consiste en colocar la botella 20 minutos arriba del frigorífico y 20 minutos abajo. Cualquier tienda de vino te aconsejará usar esta técnica que es sin duda la más adecuada de todas las que circulan en la red.

La otra técnica por antonomasia para enfriar el vino, la más eficaz y aquella que no altera en absoluto sus cualidades, es la de llenar una cubitera (preferiblemente metálica) o una olla de cocina con hielo, agua fría y sal. Coloca la botella en su interior y en pocos minutos tendrás el vino listo para servir.

MÉTODOS ALTERNATIVOS PARA ENFRIAR VINO MENOS RECOMENDABLES

Existen más técnicas para enfriar vino que bien podríamos catalogar de poco ortodoxos, ya sea porque en cuestiones de eficiencia no nos van a dar unos resultados excelentes y, en algún caso, puede alterar el sabor del vino. Aunque, por otra parte, sí nos permitirán salir airosos de algún aprieto, por lo que vale la pena conocerlos como recurso de última instancia.

Una forma consiste en congelar unas pocas uvas previamente y añadirlas a la copa servida. Aunque puede servirnos ocasionalmente, puede aguar un poco nuestro vino. 

Otro recurso muy útil es contar con un enfriador en el congelador, se trata de esas fundas rellena con líquido congelado que podemos tener siempre a mano en el congelador para en momentos puntuales, envolver nuestra botella de vino con ella y enfriar su temperatura. A falta de fundas, puedes recurrir al famoso truco de la toalla o trapo humedecido, pero sus efectos no suelen ser tan buenos.

Esperamos que os haya sido de interés, no dudéis en comentarnos otras técnicas y recursos que conozcáis o hayáis empleado, y decirnos cuál fue el resultado.