El vino por primera vez

Son muchas las leyendas sobre la creación del vino. Dioses, ninfas y profetas se atribuyen esta hazaña. Os contamos algunas de las más anecdóticas.

LA BORRACHERA DE NOÉ 

Una de las más curiosas se recoge en las Sagradas Escrituras. Según la Biblia, el origen del vino podríamos debérselo a Noé, aunque su hallazgo lo continuó sin moderación, emborrachándose hasta terminar representado por los suelos.

Las referencias cuentan que después del diluvio universal, Noé cultivó la tierra y plantó viñedos. El Génesis 9:20 – 9:23 reza: «Y comenzó Noé a labrar la tierra y plantó una viña. Y bebió del vino y se emborrachó y estaba descubierto en medio de su tienda. Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre y díjolo a sus dos hermanos que estaban fuera».  

¿Qué hizo Noé cuando se despertó de aquella borrachera? Maldecir a Cam y a sus hermanos por haberlo visto en tal estado. Sin duda, el Génesis no sería lo mismo sin ese divertido pasaje que muestra el descontrol de Noé frente al vino. Pero claro, alguien debía ser el primero en descubrir los efectos de su consumo en desmedida.

La escena de Noé tuvo una gran repercusión en los artistas de todos los tiempos. Así ha sido representada una y otra vez: en la Puerta del Paraíso de Florencia, obra del gran Lorenzo Ghiberti; también en las Crónicas de Nuremberg, un libro impreso del siglo XV, donde aparece Noé descansando directamente al lado de las vides, mientras sus familiares cubren su desnudez. Incluso el gran Miguel Ángel decidió pintarle una escena en la Capilla Sixtina, desnudo sobre un tonel de vino.  

EL VINO COMO UN REGALO DE DIOSES  

También encontramos historias en el Antiguo Egipto acerca del origen del cultivo de la vid. Según la mitología egipcia, fue Osiris quien mostró a la humanidad los secretos de la vid, la cosecha y el vino.A su vez, su esposa Isis, diosa de la agricultura, sentó las bases de la crianza y del proceso de vinificación convirtiendo esta bebida en un patrimonio universal.

EL VINO, COSA DE SABIOS

No podían faltar referencias en la cuna de la civilización. La Antigua Grecia está repleta de ellas. Para ilustrar cómo ha trascendido su influencia en nuestra cultura actual, solo hace falta fijarse en el formato estándar de la botella del vino (75cl) que responde a la cantidad que dos personas podían llegar a tomar compartiendo la botella, siguiendo las recomendaciones idóneas del poeta Eubulo. Así, parece que los griegos bebían con moderación aunque eran caldos tan potentes que debían diluir el vino en agua, dejando la pureza solo para los más bárbaros. Que se lo digan al rey espartano Cleomenes que entró en la demencia al atreverse a beber al natural, o al líder de los Senones, Breno, que usó el vino para suicidarse tras una derrota bélica. O eso cuentan.

Creer alguna de estas historias o no solo depende del aficionado... Aunque nunca está de más dejar volar la imaginación y sumarle literatura.