Tenuta San Guido

Creadores del legendario Sassicaia, este proyecto familiar ha crecido bajo la guía de una estrella afortunada.  

Año de fundación: 1968

Viñedo: 100 ha.

Ubicación: Località Capanne, 27, 57022 Bolgheri LI, Italia

Web: www.tenutasanguido.com

Clarice della Gherardesca heredó todo un parque mediterráneo de 2.500 hectáreas que se extendía entre la colina de la remota fortaleza de Castiglioncello y la costa de dunas y pantanos, en el corazón de la Maremma. Cipreses, olivos, árboles frutales, bosque y viña, entre las colinas del pueblo de Bolgheri.

En 1944, el marqués Mario Incisa  decidió plantar el primer viñedo de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc en una única hectárea de vides a una altitud de unos 400 metros sobre el nivel del mar. Este sería el amanecer de una leyenda: Sassicaia.

Un vino cuyo nombre significa “lugar de muchas piedras", haciendo alusión al suelo excepcional del que procede, y que cambió el destino de Bolgheri, abriendo un nuevo camino en la enología italiana y abanderando el título de Vinos Supertoscanos.

Clarice se casó con el marqués Mario Incisa della Rocchetta más o menos en los mismos años en que el marqués Nicolò Antinori lo hizo con Carlotta della Gherardesca. Mario se dio cuenta de inmediato de que el territorio heredado de su esposa era uno de los biotipos más extraordinarios de la Europa mediterránea con suelos principalmente de grava y arcilla, y que mostraba características similares a la región francesa de Burdeos, muy favorables para la producción de grandes tintos.

En 1944, el Marqués importó unas cepas de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc y las sembró en una hectárea de su tierra a la que llamó Tenuta San Guido. Hasta entonces, Bolgheri solo había visto nacer vinos de calidad mediocre. Pero la visión de futuro de Mario no se detuvo aquí, sino que creó el primer vino toscano a base de Cabernet sin presencia de Sangiovese ni uva blanca en la mezcla. Su innovación también se extendió al viñedo, aplicando técnicas que buscaban la excelencia de la uva e introduciendo barricas para el envejecimiento del vino siguiendo la costumbre francesa.

De 1945 a 1967, Sassicaia fue un vino estrictamente privado para familiares y amigos. Sería en 1968, gracias a la visión emprendedora de su hijo, Nicolò Incisa, que Sassicaia empezaría a comercializarse y ganaría un éxito totalmente inesperado situando a la región de Bolgheri en el mapa internacional, sin tener por entonces una denominación propia.

Su primer éxito tuvo lugar en 1978, durante una degustación a ciegas de Decanter, en la que Sassicaia  ganó el primer lugar entre 33 vinos seleccionados de todo el mundo. Desde entonces, Sassicaia siguó cosechando galardones como los 100 puntos de Robert Parker en 1985 y 2016, y logros como el Mejor Vino del Mundo por Wine Spectator.

Durante ese recorrido de éxitos, Tenuta San Guido se alzó como la única bodega con viñedos aptos para reclamar su propia denominación: DOC Bolgheri Sassicaia, aparecida en 1994 como una subzona de DOC Bolgheri.

A día de hoy, la tercera generación de la familia Incisa della Rocchetta carga con la responsabilidad de preservar todo este legado, exaltando y aumentando los valores de Tenuta San Guido, consagrada como uno de los mayores emblemas de la Italia vinícola.

Año de fundación: 1968

Viñedo: 100 ha.

Ubicación: Località Capanne, 27, 57022 Bolgheri LI, Italia

Web: www.tenutasanguido.com

Clarice della Gherardesca heredó todo un parque mediterráneo de 2.500 hectáreas que se extendía entre la colina de la remota fortaleza de Castiglioncello y la costa de dunas y pantanos, en el corazón de la Maremma. Cipreses, olivos, árboles frutales, bosque y viña, entre las colinas del pueblo de Bolgheri.

En 1944, el marqués Mario Incisa  decidió plantar el primer viñedo de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc en una única hectárea de vides a una altitud de unos 400 metros sobre el nivel del mar. Este sería el amanecer de una leyenda: Sassicaia.

Un vino cuyo nombre significa “lugar de muchas piedras", haciendo alusión al suelo excepcional del que procede, y que cambió el destino de Bolgheri, abriendo un nuevo camino en la enología italiana y abanderando el título de Vinos Supertoscanos.

Clarice se casó con el marqués Mario Incisa della Rocchetta más o menos en los mismos años en que el marqués Nicolò Antinori lo hizo con Carlotta della Gherardesca. Mario se dio cuenta de inmediato de que el territorio heredado de su esposa era uno de los biotipos más extraordinarios de la Europa mediterránea con suelos principalmente de grava y arcilla, y que mostraba características similares a la región francesa de Burdeos, muy favorables para la producción de grandes tintos.

En 1944, el Marqués importó unas cepas de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc y las sembró en una hectárea de su tierra a la que llamó Tenuta San Guido. Hasta entonces, Bolgheri solo había visto nacer vinos de calidad mediocre. Pero la visión de futuro de Mario no se detuvo aquí, sino que creó el primer vino toscano a base de Cabernet sin presencia de Sangiovese ni uva blanca en la mezcla. Su innovación también se extendió al viñedo, aplicando técnicas que buscaban la excelencia de la uva e introduciendo barricas para el envejecimiento del vino siguiendo la costumbre francesa.

De 1945 a 1967, Sassicaia fue un vino estrictamente privado para familiares y amigos. Sería en 1968, gracias a la visión emprendedora de su hijo, Nicolò Incisa, que Sassicaia empezaría a comercializarse y ganaría un éxito totalmente inesperado situando a la región de Bolgheri en el mapa internacional, sin tener por entonces una denominación propia.

Su primer éxito tuvo lugar en 1978, durante una degustación a ciegas de Decanter, en la que Sassicaia  ganó el primer lugar entre 33 vinos seleccionados de todo el mundo. Desde entonces, Sassicaia siguó cosechando galardones como los 100 puntos de Robert Parker en 1985 y 2016, y logros como el Mejor Vino del Mundo por Wine Spectator.

Durante ese recorrido de éxitos, Tenuta San Guido se alzó como la única bodega con viñedos aptos para reclamar su propia denominación: DOC Bolgheri Sassicaia, aparecida en 1994 como una subzona de DOC Bolgheri.

A día de hoy, la tercera generación de la familia Incisa della Rocchetta carga con la responsabilidad de preservar todo este legado, exaltando y aumentando los valores de Tenuta San Guido, consagrada como uno de los mayores emblemas de la Italia vinícola.

Clarice della Gherardesca heredó todo un parque mediterráneo de 2.500 hectáreas que se extendía entre la colina de la remota fortaleza de Castiglioncello y la costa de dunas y pantanos, en el corazón de la Maremma. Cipreses, olivos, árboles frutales, bosque y viña, entre las colinas del pueblo de Bolgheri.

En 1944, el marqués Mario Incisa  decidió plantar el primer viñedo de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc en una única hectárea de vides a una altitud de unos 400 metros sobre el nivel del mar. Este sería el amanecer de una leyenda: Sassicaia.

Un vino cuyo nombre significa “lugar de muchas piedras", haciendo alusión al suelo excepcional del que procede, y que cambió el destino de Bolgheri, abriendo un nuevo camino en la enología italiana y abanderando el título de Vinos Supertoscanos.

Clarice se casó con el marqués Mario Incisa della Rocchetta más o menos en los mismos años en que el marqués Nicolò Antinori lo hizo con Carlotta della Gherardesca. Mario se dio cuenta de inmediato de que el territorio heredado de su esposa era uno de los biotipos más extraordinarios de la Europa mediterránea con suelos principalmente de grava y arcilla, y que mostraba características similares a la región francesa de Burdeos, muy favorables para la producción de grandes tintos.

En 1944, el Marqués importó unas cepas de Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc y las sembró en una hectárea de su tierra a la que llamó Tenuta San Guido. Hasta entonces, Bolgheri solo había visto nacer vinos de calidad mediocre. Pero la visión de futuro de Mario no se detuvo aquí, sino que creó el primer vino toscano a base de Cabernet sin presencia de Sangiovese ni uva blanca en la mezcla. Su innovación también se extendió al viñedo, aplicando técnicas que buscaban la excelencia de la uva e introduciendo barricas para el envejecimiento del vino siguiendo la costumbre francesa.

De 1945 a 1967, Sassicaia fue un vino estrictamente privado para familiares y amigos. Sería en 1968, gracias a la visión emprendedora de su hijo, Nicolò Incisa, que Sassicaia empezaría a comercializarse y ganaría un éxito totalmente inesperado situando a la región de Bolgheri en el mapa internacional, sin tener por entonces una denominación propia.

Su primer éxito tuvo lugar en 1978, durante una degustación a ciegas de Decanter, en la que Sassicaia  ganó el primer lugar entre 33 vinos seleccionados de todo el mundo. Desde entonces, Sassicaia siguó cosechando galardones como los 100 puntos de Robert Parker en 1985 y 2016, y logros como el Mejor Vino del Mundo por Wine Spectator.

Durante ese recorrido de éxitos, Tenuta San Guido se alzó como la única bodega con viñedos aptos para reclamar su propia denominación: DOC Bolgheri Sassicaia, aparecida en 1994 como una subzona de DOC Bolgheri.

A día de hoy, la tercera generación de la familia Incisa della Rocchetta carga con la responsabilidad de preservar todo este legado, exaltando y aumentando los valores de Tenuta San Guido, consagrada como uno de los mayores emblemas de la Italia vinícola.

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