Se trata de una reinvención pionera en nuestro país de un producto asturiano tradicional, nacido en un lagar exclusivamente dedicado a la sidra donde se recrea una temperatura de -20 grados bajo cero.

Situado en Sariego, el corazón de la comarca de la sidra de Asturias, el lagar Valverán cuida más de 20.000 manzanos con cultivo integrado, rodeados de un paisaje armónico en el que encontramos 11 variedades distintas de manzanas autóctonas, elegidas cuidadosamente siguiendo altos estándares de calidad y que, a día de hoy, constituyen la pomarada más extensa de Asturias. Son fermentadas durante 10 meses y reciben crianza sobre lías finas durante 12 meses más antes de salir al mercado.

El concepto de sidra de hielo está inspirado en las ice-ciders canadienses, sidras que se elaboran a partir de la recolección de manzanas en estado de congelación. Así pues, el trabajo de la familia Masaveu requiere de complejos sistemas de control de temperatura para reproducir en el lagar los efectos que tendrían las heladas en la pomarada. Un proceso delicado que requiere de 20 manzanas para elaborar cada sidra y ofrece una exclusiva edición limitada de 18.000 botellas al año. Con importantes reconocimientos y premios, fue galardonada recientemente como Mejor Sidra con el Gran Oro en el Primer Concurso Internacional de Sidras CINVE 2020.

En la actualidad, el grupo Masaveu dirige además Bodegas Murua, Fillaboa, Leda y Pagos de Araiz, cada una en un enclave diferente de nuestro país y con vinos, suelos y almas muy distintos entre sí, pero todas con un compromiso común: la calidad y el respeto a la tierra.