Maison Krug

“No suelo hacer promesas, pero hay una que hago sin reservas ni duda alguna: nadie olvidará nunca la primera vez que probó un Krug”.

Remi Krug.

Año de fundación: 1843

Viñedo propio: 20 hectáreas

Ubicación: 5 rue Coquebert, Reims, 51100, Francia

Web: www.krug.com

La Maison Krug fue fundada en noviembre de 1843. Joseph Krug era un inmigrante alemán de Mainz que había aprendido su oficio en la casa de champagne Jacquesson durante más de nueve años. Apasionado por la esencia de los vinos espumosos, tenía sus propias ideas y quiso emprender su propio negocio en la ciudad de Reims.

Su sueño era elaborar un Champagne que tuviera el mismo nivel de distinción cada año. Así fue como fundó sin saberlo la primera Maison de lujo en la región francesa de Champagne. En ella, aplicó unos sistemas de elaboración insólitos en su época para crear un producto único, de estilo diferente, con una riqueza y delicadeza raras, pero de una calidad indiscutible. Nació el primer Krug Grand Cuvée, cuya esencia era el placer en sí mismo. 

Y sí, aunque por aquel entonces ya existían otras Maisons dedicadas al champagne, ninguna proponía nada parecido. Joseph Krug fue más allá del concepto de “añada” para crear año tras año la expresión más generosa del champagne. Un estilo de contrastes inesperados que atendía desde los paladares más clásicos hasta los más sofisticados. Con el tiempo se convirtió en la única Maison de Champagne capaz de elaborar solo Cuvées de Prestige cada año.

Desde entonces, seis generaciones herederas han seguido al frente de esta firma perpetuando un legado único: un champagne distintivo, reconocible por su equilibrio, delicadeza y complejidad, y producido bajo estrictos estándares de calidad. Desde 1998, el maestro bodeguero es Eric Lebel quien se enfrenta cada año al reto de encontrar la fórmula idónea del Grande Cuvée.

Para preservar ese estilo inimitable, Krug selecciona minuciosamente unas 250 parcelas de entre las 265.000 existentes en la Champagne, las cuales le suministran las uvas en exclusividad. Por su parte, la Maison cuenta con 20 hectáreas propias de viñedo en Ay, Ambonnay, Mesnil y Trépail. En todas ellas trabaja indistintamente tres tipos de cepas: Pinor Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, las cuales incorpora en distintas proporciones, según la climatología de la añada. Todos los vinos se fermentan, parcela por parcela, en barricas viejas de 205 litros hechas con maderas procedentes de Argonne, y pueden permanecer en ellas entre 5 y 18 años

A día de hoy, Krug cuenta con más de 150 vinos en reserva y miles de notas de degustación para lograr que sus champagnes sean fieles representantes de esta mítica maison. Cada añada ilustra una expresión diferente de la Naturaleza y el único factor que decide el precio de cada botella es su rareza.

En la actualidad, Maison Krug forma parte del conglomerado mundial de marcas de lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) y, como la mayoría de sus empresas, se gestiona con cierto grado de autonomía, un factor clave para el mantenimiento de su reputación.

"Hay una sola manera de vivir la experiencia Krug: medir su personalidad con la de uno mismo". Remi Krug.

Año de fundación: 1843

Viñedo propio: 20 hectáreas

Ubicación: 5 rue Coquebert, Reims, 51100, Francia

Web: www.krug.com

La Maison Krug fue fundada en noviembre de 1843. Joseph Krug era un inmigrante alemán de Mainz que había aprendido su oficio en la casa de champagne Jacquesson durante más de nueve años. Apasionado por la esencia de los vinos espumosos, tenía sus propias ideas y quiso emprender su propio negocio en la ciudad de Reims.

Su sueño era elaborar un Champagne que tuviera el mismo nivel de distinción cada año. Así fue como fundó sin saberlo la primera Maison de lujo en la región francesa de Champagne. En ella, aplicó unos sistemas de elaboración insólitos en su época para crear un producto único, de estilo diferente, con una riqueza y delicadeza raras, pero de una calidad indiscutible. Nació el primer Krug Grand Cuvée, cuya esencia era el placer en sí mismo. Y sí, aunque por aquel entonces ya existían otras Maisons dedicadas al champagne, ninguna proponía nada parecido. Joseph Krug fue más allá del concepto de “añada” para crear año tras año la expresión más generosa del champagne. Un estilo de contrastes inesperados que atendía desde los paladares más clásicos hasta los más sofisticados. Con el tiempo se convirtió en la única Maison de Champagne capaz de elaborar solo Cuvées de Prestige cada año.

Desde entonces, seis generaciones herederas han seguido al frente de esta firma perpetuando un legado único: un champagne distintivo, reconocible por su equilibrio, delicadeza y complejidad, y producido bajo estrictos estándares de calidad. Desde 1998, el maestro bodeguero es Eric Lebel quien se enfrenta cada año al reto de encontrar la fórmula idónea del Grande Cuvée.

Para preservar ese estilo inimitable, Krug selecciona minuciosamente unas 250 parcelas de entre las 265.000 existentes en la Champagne, las cuales le suministran las uvas en exclusividad. Por su parte, la Maison cuenta con 20 hectáreas propias de viñedo en Ay, Ambonnay, Mesnil y Trépail. En todas ellas trabaja indistintamente tres tipos de cepas: Pinor Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, las cuales incorpora en distintas proporciones, según la climatología de la añada. Todos los vinos se fermentan, parcela por parcela, en barricas viejas de 205 litros hechas con maderas procedentes de Argonne, y pueden permanecer en ellas entre 5 y 18 años

A día de hoy, Krug cuenta con más de 150 vinos en reserva y miles de notas de degustación para lograr que sus champagnes sean fieles representantes de esta mítica maison. Cada añada ilustra una expresión diferente de la Naturaleza y el único factor que decide el precio de cada botella es su rareza.

En la actualidad, Maison Krug forma parte del conglomerado mundial de marcas de lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) y, como la mayoría de sus empresas, se gestiona con cierto grado de autonomía, un factor clave para el mantenimiento de su reputación.

"Hay una sola manera de vivir la experiencia Krug: medir su personalidad con la de uno mismo". Remi Krug.

La Maison Krug fue fundada en noviembre de 1843. Joseph Krug era un inmigrante alemán de Mainz que había aprendido su oficio en la casa de champagne Jacquesson durante más de nueve años. Apasionado por la esencia de los vinos espumosos, tenía sus propias ideas y quiso emprender su propio negocio en la ciudad de Reims.

Su sueño era elaborar un Champagne que tuviera el mismo nivel de distinción cada año. Así fue como fundó sin saberlo la primera Maison de lujo en la región francesa de Champagne. En ella, aplicó unos sistemas de elaboración insólitos en su época para crear un producto único, de estilo diferente, con una riqueza y delicadeza raras, pero de una calidad indiscutible. Nació el primer Krug Grand Cuvée, cuya esencia era el placer en sí mismo. Y sí, aunque por aquel entonces ya existían otras Maisons dedicadas al champagne, ninguna proponía nada parecido. Joseph Krug fue más allá del concepto de “añada” para crear año tras año la expresión más generosa del champagne. Un estilo de contrastes inesperados que atendía desde los paladares más clásicos hasta los más sofisticados. Con el tiempo se convirtió en la única Maison de Champagne capaz de elaborar solo Cuvées de Prestige cada año.

Desde entonces, seis generaciones herederas han seguido al frente de esta firma perpetuando un legado único: un champagne distintivo, reconocible por su equilibrio, delicadeza y complejidad, y producido bajo estrictos estándares de calidad. Desde 1998, el maestro bodeguero es Eric Lebel quien se enfrenta cada año al reto de encontrar la fórmula idónea del Grande Cuvée.

Para preservar ese estilo inimitable, Krug selecciona minuciosamente unas 250 parcelas de entre las 265.000 existentes en la Champagne, las cuales le suministran las uvas en exclusividad. Por su parte, la Maison cuenta con 20 hectáreas propias de viñedo en Ay, Ambonnay, Mesnil y Trépail. En todas ellas trabaja indistintamente tres tipos de cepas: Pinor Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, las cuales incorpora en distintas proporciones, según la climatología de la añada. Todos los vinos se fermentan, parcela por parcela, en barricas viejas de 205 litros hechas con maderas procedentes de Argonne, y pueden permanecer en ellas entre 5 y 18 años

A día de hoy, Krug cuenta con más de 150 vinos en reserva y miles de notas de degustación para lograr que sus champagnes sean fieles representantes de esta mítica maison. Cada añada ilustra una expresión diferente de la Naturaleza y el único factor que decide el precio de cada botella es su rareza.

En la actualidad, Maison Krug forma parte del conglomerado mundial de marcas de lujo Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) y, como la mayoría de sus empresas, se gestiona con cierto grado de autonomía, un factor clave para el mantenimiento de su reputación.

"Hay una sola manera de vivir la experiencia Krug: medir su personalidad con la de uno mismo". Remi Krug.

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