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Belvedere
Conocer los orígenes, ingredientes y artesanía de Belvedere es la forma de comprender el sabor y el carácter únicos de su vodka. Siglos de tradición de centeno polaco y agua purificada, destilada al fuego.
Año de fundación: 1910
Ubicación: Adama Mickiewicza 1-3, 96-300, Żyrardów, Polonia
La destilería Belvedere representa 600 años de tradición polaca en la elaboración de vodka.
Es una de las destilerías más antiguas del mundo en funcionamiento. Fue fundada en 1910 por los hermanos Pines a 45 km al oeste de Varsovia. En poco tiempo decidieron venderla ante los conflictos bélicos que se avecinaban. Durante la primera guerra mundial, la empresa continuó su producción. En 1932 fue modernizada con las últimas tecnologías europeas, sin embargo, su suerte cayó en manos de los alemanes sufriendo los embates de la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminado el conflicto, todas las fábricas de vodka se renombraron como “Polmos” seguidas por el nombre de la ciudad más cercana, de ahí que la destilería de los hermanos Pines pasara a llamarse Polmos Zyrardów.
Para diferenciarse, quisieron elaborar un vodka de lujo bajo el nombre de Belvedere, en referencia al Palacio de Varsovia, un emblema arquitectónico de inspiración para muchos nobles polacos de la época y actualmente residencia del presidente de Polonia.
Las primeras botellas de Belvedere salieron al mercado en 1994 consiguiendo una rápida reputación en el país. Su fama mundial dio el salto en 1997 en manos del distribuidor Edward Jay Phillips cuando viajó a Polonia y consiguió la exclusividad para distribuir el vodka Belvedere en el mercado de EE.UU. En 2005, reconocido como un vodka súper premium, el grupo LVMH adquirió el 100% de los derechos y propiedad de Belvedere.
La producción de Belvedere está regulada por el reglamento legal de vodka polaco, uno de los más estrictos del mundo. Como dicta la denominación, toda la producción se realiza en Polonia. Para su elaboración, los Maestros Destiladores de Belvedere cuentan únicamente con el poder de la naturaleza. A diferencia de la gran mayoría, emplean centeno Dankowski, que solo se puede cultivar en las llanuras de Mazovia, confiriéndole al vodka un carácter y sabor únicos, distintos al que aporta el trigo o el maíz. El centeno se mezcla con agua purificada, procedente de un pozo natural de la destilería, empleando un sistema de depuración basado en ósmosis inversa. Después, siguiendo siglos de tradición, aprovechan la energía del fuego para cuadriplicar la destilación del vodka, elevando al máximo el carácter y profundidad del centeno polaco, logrando el sabor exclusivo y la textura aterciopelada de Belvedere. Un vodka súper premium que desde 2009 ha recibido más de 45 medallas, premios maestros y trofeos internacionales.
Recientemente, la compañía también ha apostado por la sostenibilidad. De 2012 a 2017, redujo las emisiones de CO2 de energía en un 42% al cambiar las fuentes de combustible. En 2018 fue pionera en recibir una subvención de la Comisión Europea para poner a prueba un ambicioso proyecto de energía verde. En 2023, se ha comprometido a una agricultura 100% orgánica, cuya transición ya se ha puesto en marcha. Además, también tienen el objetivo de eliminar el plástico de un solo uso de sus envases, y utilizar hasta un 50% de plástico reciclado para 2025.
A día de hoy es una de las bebidas más demandadas en coctelerías, tiendas y restaurantes en las principales capitales del mundo.
Año de fundación: 1910
Ubicación: Adama Mickiewicza 1-3, 96-300, Żyrardów, Polonia
Web: belvederevodka.com
La destilería Belvedere representa 600 años de tradición polaca en la elaboración de vodka. Es una de las destilerías más antiguas del mundo en funcionamiento. Fue fundada en 1910 por los hermanos Pines a 45 km al oeste de Varsovia. En poco tiempo decidieron venderla ante los conflictos bélicos que se avecinaban. Durante la primera guerra mundial, la empresa continuó su producción. En 1932 fue modernizada con las últimas tecnologías europeas, sin embargo, su suerte cayó en manos de los alemanes sufriendo los embates de la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminado el conflicto, todas las fábricas de vodka se renombraron como “Polmos” seguidas por el nombre de la ciudad más cercana, de ahí que la destilería de los hermanos Pines pasara a llamarse Polmos Zyrardów.
Para diferenciarse, quisieron elaborar un vodka de lujo bajo el nombre de Belvedere, en referencia al Palacio de Varsovia, un emblema arquitectónico de inspiración para muchos nobles polacos de la época y actualmente residencia del presidente de Polonia.
Las primeras botellas de Belvedere salieron al mercado en 1994 consiguiendo una rápida reputación en el país. Su fama mundial dio el salto en 1997 en manos del distribuidor Edward Jay Phillips cuando viajó a Polonia y consiguió la exclusividad para distribuir el vodka Belvedere en el mercado de EE.UU. En 2005, reconocido como un vodka súper premium, el grupo LVMH adquirió el 100% de los derechos y propiedad de Belvedere.
La producción de Belvedere está regulada por el reglamento legal de vodka polaco, uno de los más estrictos del mundo. Como dicta la denominación, toda la producción se realiza en Polonia. Para su elaboración, los Maestros Destiladores de Belvedere cuentan únicamente con el poder de la naturaleza. A diferencia de la gran mayoría, emplean centeno Dankowski, que solo se puede cultivar en las llanuras de Mazovia, confiriéndole al vodka un carácter y sabor únicos, distintos al que aporta el trigo o el maíz. El centeno se mezcla con agua purificada, procedente de un pozo natural de la destilería, empleando un sistema de depuración basado en ósmosis inversa. Después, siguiendo siglos de tradición, aprovechan la energía del fuego para cuadriplicar la destilación del vodka, elevando al máximo el carácter y profundidad del centeno polaco, logrando el sabor exclusivo y la textura aterciopelada de Belvedere. Un vodka súper premium que desde 2009 ha recibido más de 45 medallas, premios maestros y trofeos internacionales.
Recientemente, la compañía también ha apostado por la sostenibilidad. De 2012 a 2017, redujo las emisiones de CO2 de energía en un 42% al cambiar las fuentes de combustible. En 2018 fue pionera en recibir una subvención de la Comisión Europea para poner a prueba un ambicioso proyecto de energía verde. En 2023, se ha comprometido a una agricultura 100% orgánica, cuya transición ya se ha puesto en marcha. Además, también tienen el objetivo de eliminar el plástico de un solo uso de sus envases, y utilizar hasta un 50% de plástico reciclado para 2025.
A día de hoy es una de las bebidas más demandadas en coctelerías, tiendas y restaurantes en las principales capitales del mundo.
La destilería Belvedere representa 600 años de tradición polaca en la elaboración de vodka. Es una de las destilerías más antiguas del mundo en funcionamiento. Fue fundada en 1910 por los hermanos Pines a 45 km al oeste de Varsovia. En poco tiempo decidieron venderla ante los conflictos bélicos que se avecinaban. Durante la primera guerra mundial, la empresa continuó su producción. En 1932 fue modernizada con las últimas tecnologías europeas, sin embargo, su suerte cayó en manos de los alemanes sufriendo los embates de la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminado el conflicto, todas las fábricas de vodka se renombraron como “Polmos” seguidas por el nombre de la ciudad más cercana, de ahí que la destilería de los hermanos Pines pasara a llamarse Polmos Zyrardów.
Para diferenciarse, quisieron elaborar un vodka de lujo bajo el nombre de Belvedere, en referencia al Palacio de Varsovia, un emblema arquitectónico de inspiración para muchos nobles polacos de la época y actualmente residencia del presidente de Polonia.
Las primeras botellas de Belvedere salieron al mercado en 1994 consiguiendo una rápida reputación en el país. Su fama mundial dio el salto en 1997 en manos del distribuidor Edward Jay Phillips cuando viajó a Polonia y consiguió la exclusividad para distribuir el vodka Belvedere en el mercado de EE.UU. En 2005, reconocido como un vodka súper premium, el grupo LVMH adquirió el 100% de los derechos y propiedad de Belvedere.
La producción de Belvedere está regulada por el reglamento legal de vodka polaco, uno de los más estrictos del mundo. Como dicta la denominación, toda la producción se realiza en Polonia. Para su elaboración, los Maestros Destiladores de Belvedere cuentan únicamente con el poder de la naturaleza. A diferencia de la gran mayoría, emplean centeno Dankowski, que solo se puede cultivar en las llanuras de Mazovia, confiriéndole al vodka un carácter y sabor únicos, distintos al que aporta el trigo o el maíz. El centeno se mezcla con agua purificada, procedente de un pozo natural de la destilería, empleando un sistema de depuración basado en ósmosis inversa. Después, siguiendo siglos de tradición, aprovechan la energía del fuego para cuadriplicar la destilación del vodka, elevando al máximo el carácter y profundidad del centeno polaco, logrando el sabor exclusivo y la textura aterciopelada de Belvedere. Un vodka súper premium que desde 2009 ha recibido más de 45 medallas, premios maestros y trofeos internacionales.
Recientemente, la compañía también ha apostado por la sostenibilidad. De 2012 a 2017, redujo las emisiones de CO2 de energía en un 42% al cambiar las fuentes de combustible. En 2018 fue pionera en recibir una subvención de la Comisión Europea para poner a prueba un ambicioso proyecto de energía verde. En 2023, se ha comprometido a una agricultura 100% orgánica, cuya transición ya se ha puesto en marcha. Además, también tienen el objetivo de eliminar el plástico de un solo uso de sus envases, y utilizar hasta un 50% de plástico reciclado para 2025.
A día de hoy es una de las bebidas más demandadas en coctelerías, tiendas y restaurantes en las principales capitales del mundo.
