El alma máter de este proyecto fue su propietario, José Luis Ruíz Solaguren, un exitoso hombre de negocios, dueño de una veintena de restaurantes, cuyos antecesores riojanos le transmitieron también el interés y afecto por los viñedos, y así terminaría adquiriendo esta histórica bodega en Rueda. En 1992 H.R.H. Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I, abrió las primeras fases de la bodega que fue construida en 3 fases.

Al llegar, el visitante se encuentra una antigua e imponente casona, a la que acompaña un patio castellano ubicado en el centro, decorado con un escudo de armas a sus pies, el gran símbolo de la bodega. En este punto, una rueda hidráulica aporta un toque de distinción antes de acceder a las áreas de vinificación.

Con una capacidad de almacenaje de más de tres millones de litros, Bodegas Mocén cuenta con la tecnología más sofisticada: cintas de selección de uva, presas hidráulicas automáticas, control de presión controlada… lo que garantiza unos altos niveles de calidad de la uva. Además, dispone de una excelente nave de crianza con 3.000 barricas de roble americano y francés, donde encontramos auténticas reliquias del pasado como las antiguas cubas de castaño español. 

El legado cultural de Bodegas Mocén culmina en una singular biblioteca con cerca de 22.000 volúmenes sobre medicina, alimentación y viticultura; y una pinacoteca sorprendente donde se encuentran pinturas y esculturas de gran antigüedad, cuyo valor cultural es admirado en toda Castilla y León.

Los vinos de Bodegas Mocén han recibido numerosas medallas de Oro en concursos internacionales y se pueden encontrar en algunos de los mejores restaurantes no solo de España, sino también de Estados Unidos, Japón y en toda Europa. Mocén es además uno de los vinos blancos mejor recibidos en la Casa Real Española. Podemos asegurar que el sueño de José Luis se ha cumplido, dejando tras su muerte a los 84 años, todo un legado generacional con el sello de su nombre.