Poseedora de 500 hectáreas de viñedos propios entre las provincias de Cuenca y Toledo, la iniciativa de la bodega surgió en vista a las óptimas condiciones que ofrecía la zona para el cultivo de la vid. Los viñedos se cultivan en espalderas, entre 1.500 y 2.500 cepas por hectárea, siempre en busca de la mejor uva y respetando el medio ambiente. Predomina la variedad Tempranillo, a la que acompañan otras como Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah, que combinan en función de cada añada. Sus vinos, siempre con crianza en barrica de roble, son jóvenes, pero complejos. En ellos encontramos la potencia frutal del Tempranillo con el desarrollo de aromas de los demás varietales y su crianza en madera.

La innovación y el espíritu emprendedor de esta empresa va más allá de la bodega Fontana, ya que la familia Cantarero ha sido una de las artífices del gran cambio que se ha producido en la zona, llevando a cabo una importante labor en el reconocimiento de nuevas Denominaciones de Origen, como la de Uclés, de la que forman parte sus vinos Oveja y Mesta, de gran pureza, frescura y con la personalidad única de la tierra de Castilla.